Una vez que has terminado una sesión de presoterapia, es importante seguir ciertos pasos para potenciar los beneficios del tratamiento y asegurarte de que tu cuerpo responda de la mejor manera posible. Aunque el procedimiento es no invasivo y generalmente no requiere tiempo de recuperación, estas recomendaciones te ayudarán a maximizar los resultados y promover tu bienestar general.
1. Hidratarse adecuadamente
Una de las cosas más importantes después de una sesión de presoterapia es mantener una buena hidratación. Durante el tratamiento, el cuerpo elimina toxinas y líquidos acumulados a través del drenaje linfático, lo que puede hacer que necesites reponer líquidos. Beber suficiente agua es esencial para:
- Facilitar la eliminación de toxinas: El agua ayuda a que los residuos liberados durante la sesión sean eliminados del cuerpo de manera eficiente.
- Prevenir la retención de líquidos: Aunque la presoterapia combate la retención de líquidos, la hidratación adecuada asegura que el cuerpo no retenga líquidos de nuevo.
- Mejorar la circulación: El agua es fundamental para mantener una buena circulación sanguínea, lo que potencia los efectos del tratamiento.
Lo ideal es consumir entre 1,5 y 2 litros de agua durante las siguientes 24 horas tras la sesión.
2. Evitar comidas pesadas y procesadas
Después de la presoterapia, es recomendable optar por alimentos ligeros y saludables que apoyen la desintoxicación del cuerpo. Evitar comidas procesadas, altas en sodio o grasas saturadas puede ser clave para mantener los beneficios del tratamiento. Algunos alimentos que te ayudarán a sentirte mejor son:
- Frutas y verduras frescas: Ricas en antioxidantes, vitaminas y fibra, son ideales para complementar el proceso de eliminación de toxinas.
- Alimentos ricos en agua: Como el pepino, la sandía o la piña, que ayudan a hidratarte y a seguir eliminando líquidos de manera natural.
- Proteínas magras: Como pollo o pescado, que te brindan energía sin sobrecargar el sistema digestivo.
3. Evitar el consumo de alcohol y cafeína
El alcohol y la cafeína pueden contrarrestar los efectos positivos de la presoterapia, ya que promueven la deshidratación y dificultan la eliminación de toxinas. Es mejor evitar estas bebidas por lo menos durante las 24 horas posteriores al tratamiento para no interferir con los procesos de desintoxicación y drenaje linfático activados por la sesión.
4. Realizar ejercicio suave
Si bien no es necesario hacer ejercicio intenso después de una sesión de presoterapia, mantener una actividad física suave puede ayudar a optimizar los resultados. Caminar, realizar yoga o cualquier actividad de bajo impacto mejora la circulación y ayuda al cuerpo a seguir eliminando líquidos de manera natural. El ejercicio suave también favorece la tonificación muscular, complementando los beneficios de la presoterapia.
Evita ejercicios intensos que puedan generar tensión en los músculos o provocar una retención de líquidos temporal.
5. Usar ropa cómoda
Después de la sesión, el cuerpo puede estar más sensible, por lo que es recomendable usar ropa cómoda y suelta para permitir una mejor circulación y evitar cualquier presión innecesaria en las áreas tratadas. Ropa ajustada o muy ceñida podría dificultar el flujo linfático y reducir los efectos del tratamiento.
6. Realizar masajes drenantes complementarios
Los masajes linfáticos o drenantes, realizados por profesionales, pueden ser un complemento perfecto a la presoterapia. Estos masajes estimulan aún más el sistema linfático, ayudando a que el cuerpo siga eliminando toxinas y líquidos de manera eficiente. Además, pueden mejorar la tonificación de la piel y proporcionar una sensación de relajación adicional.
7. Seguir el tratamiento recomendado
Para obtener resultados óptimos, es importante seguir el número de sesiones recomendadas por el especialista. En general, los efectos de la presoterapia se ven mejor después de varias sesiones continuas, por lo que es importante cumplir con la frecuencia de las mismas para mantener los resultados a largo plazo.
Normalmente, se sugieren entre 8 y 12 sesiones, dependiendo de los objetivos y necesidades individuales. Además, muchas personas optan por sesiones de mantenimiento una vez alcanzados los resultados deseados.
8. Escuchar a tu cuerpo
Cada persona responde de manera diferente a la presoterapia, por lo que es fundamental prestar atención a cómo te sientes después de cada sesión. Si experimentas algún tipo de molestia o tienes dudas sobre cómo te está afectando el tratamiento, consulta a tu especialista. En la mayoría de los casos, la presoterapia no genera efectos secundarios significativos, pero siempre es bueno estar atento a las señales de tu cuerpo.